Esta compra podría apuntar al esperado lanzamiento de Google Me, la red social definitiva del buscador, con la que intentaría superar los fracasos de Buzz, Orkut y otras iniciativas como Wave.
Uno de los objetivos de esta compra, más allá de la adquisición de una marca concreta en realidad oculta un método de reclutamiento, que de otra forma le hubiera sido imposible a Google.