QUÉ ES UN KLOUT Y PARA QUE SIRVE

Las redes sociales han traído consigo un mar de usuarios que todos los días intercambian millones de mensajes en la web. Cada día en Twitter se publican más de 200 millones de tweets. Cada 20 minutos se actualizan cerca de dos millones de mensajes de estado (status update, en inglés) en Facebook.

En esta catarata de información parece ser cada vez más díficil distinguir qué vale la pena leer y a quién hay que seguir.

Klout es un servicio que ofrece identificar la influencia y el impacto que los usuarios que habitan el mundo digital tienen sobre otros.

Hay quienes creen que en efecto ayuda a ubicar a las personas con mayor poder de influencia, pero también hay quienes piensan que no es más que un pretexto para explotar la vanidad de las personas.

Para medir la huella que algunos usuarios dejan sobre otros, Klout asigna una calificación a cada uno que va del 0 (menos influencia) a 100 (mayor impacto).

Los que se acercan al 100 reúnen entonces mayor poder de influencia. La influencia se mide a través de una fórmula que analiza cuántos seguidores tienen, qué tan importantes son estos, qué tanto participan los evaluados en las redes sociales, en qué temas se especializan, entre otros factores.

"Cuando medimos tu influencia no hay espacio para el error", dice Klout en su página.

"Tenemos un excelente equipo de científicos e ingenieros que trabajan todos los días para asegurarse de que nuestra precisión sea continua", agregan.

La empresa asegura haber evaluado ya a más de 100 millones de usuarios y analizar cada día más de 2.700 millones de contenidos y relaciones entre internautas.

Una de sus herramientas más útiles parece ser su habilidad para identificar los temas en los que los usuarios se especializan, permitiendo construir una interesante manera de categorizar a los "influyentes" de acuerdo a su tema de especialización. Esto puede ser particularmente útil si se desea encontrar a personas con intereses afines.

Cualquier persona que emplee el servicio verá que, además de la mencionada calificación, el sitio también pretende mostrar qué tanto eco tiene una persona en determinadas redes sociales y qué tan probable es que lo que diga sea reproducido por otros.

Pero uno de sus puntos más débiles parece ser su inhabilidad para identificar temas específicos en los que un usuario puede ser influyente. Puede identificar que en cierta persona la tecnología es un área de interés, pero no es capaz de descubrir con precisión puntos específicos.

Klout puede ser la base para identificar personas interesantes, pero al menos por ahora requiere de intervención humana para hacerlo más útil.

Klout

En ese sentido es volátil y cambia día a día.

Y ahí esta su otro flanco débil. A menos que uno quiera dedicar varias horas al día a socializar en internet, será muy difícil mantener un buen nivel en Klout. El sistema monitorea las redes sociales constantenmente y premia de alguna manera a quienes generan una gran cantidad de mensajes; da prioridad a la cantidad sobre la calidad.

"Se corre el riesgo de tuitear por el reconocimiento más que por reflejar la verdadera producción de contenidos. Llegar a un buen índice de klout requiere de mucha constancia y promoción continua de la cuenta a través de contenidos, conversaciones, reconomiento y seguimiento de otras cuentas... ¿y qué pasa con los tiempos que implica la labor diaria?", se pregunta Romina Moine, Social Media Manager en Argentina.

Quienes ven en el sitio a un aliado son las compañías y ahora están tratando de explotar comercialmente el nuevo ranking social.

"Las empresas pueden valerse de este índice para medir el éxito de sus estrategias de comunicación y para identificar a aquellos influencers que le proporcionarán un empuje a su mensaje", asegura Moine.

Klout ofrece "perks" o promociones que algunas empresas le otorgan a los usuarios que son influyentes en ciertos temas. Los perks pueden ser productos gratuitos, descuentos, etcétera. Con ellos, las marcas buscan que el usuario expanda su mensaje a través de su red de influencia.

Una vez más, lo importante es seguir escalando el ranking de influencia de la empresa para tener acceso a descuentos y promociones. Pero también puede generar una cultura de competencia de egos en donde los usuarios se miran unos a otros para saber si son más o menos influyentes.

"Todo lo que tenga que ver con redes sociales fomenta la cultura del narcisismo. Estamos en una época donde el mundo nos pide -nos exige- que nos mostremos y la web 2.0 es nuestro escenario", dice Moine y añade: "Si a esto le agregamos números de seguidores e índices como el de Klout, también entramos en el terreno de la competencia, que en un principio puede tener un componente lúdico pero, a la larga, puede teminar esclavizándonos como el espejo de Narciso".

facebook

Klout no es el único, ni el primer servicio que mide la influencia de los usuarios en redes sociales.

We follow, por ejemplo, es un directorio que enlista a los usuarios de Twitter que se añaden a él por categoría y que pretende mostrar cuán relevantes son en determinadas áreas, aunque su alcance es más limitado.

Twitalyzer es también un servicio por suscripción que explora las relaciones entre distintos usuarios de Twitter para determinar la fuerza de su influencia.

Y Socialbakers es un conocido sitio que mide y categoriza la presencia de páginas en Facebook y las acomoda en rankings de acuerdo a su número de fans y alcance.

Todos tienen en común el mismo talón de Aquiles. Pretenden medir las relaciones sociales a través de fórmulas matemáticas, algo que muchos científicos han intentado infructuosamente desde años atrás.

Y es que las relaciones humanas -por más que se den en el ámbito tecnológico- no dejan de ser comunicación entre personas y no entre algoritmos.

Klout y servicios similares pueden ser un buen punto de partida para identificar a personas con intereses afines a los nuestros, pero no son infalibles. Aún requieren del cuidado y el análisis que sólo la mente humana puede darles.

Si no, el riesgo que se corre es que, ante tanto ruido en las redes sociales y los índices de influencia, terminemos con mucho ruido y pocas nueces.